Warhammer: Age of Sigmar continúa donde terminó su predecesor, ambientado en un mundo dominado por las fuerzas del mal. Sigmar, fundador del Imperio y portador del martillo de guerra que da nombre al juego, consigue volver e intentará reestablecer las antiguas alianzas para expulsar al Caos de la tierra.
Las geniales figuras de Warhammer han sido reemplazadas por otras, en general, con mucha menos gracia, aunque lo más chocante quizás sea la falta de imaginación, ya que no tiene sentido renovar la colección si no se tienen ideas lo suficientemente buenas para igualar siquiera lo que ya estaba hecho. Aunque la mayor parte de las nuevas tropas son feas y poco llamativas, por supuesto, aún se pueden encontrar algunas miniaturas con bastante valor estético, suficiente como para que un coleccionista las compre sin tener pensado jugar con ellas.
Las armaduras de los Stormcast Eternals parecen más bien de Warhammer 40.000, aunque por norma general se ha tendido a dar un aspecto barroco y recargado a las figuras (más de uno se va a acordar de los diseñadores cuando se ponga a pintar), haciendo especial énfasis en los monstruos, en el catálogo se ven demasiados bichos raros y poca majestuosidad.
Las nuevas normas también han recibido muchas críticas, ya que el estilo de juego ha cambiado completamente, además se han añadido algunas reglas absurdas que parecen simplemente una broma, como aguantar la mirada del oponente o lanzar un grito de guerra para que determinadas figuras obtengan una tirada extra. El reglamento deja un pequeño hueco para utilizar las figuras antiguas, pero de mala gana, no contentando a quiénes habían invertido un montón de dinero y tiempo en sus ejércitos.
La única intención del equipo de Games Workshop parece ser ganar más dinero, intentando simplificar las normas básicas y hacerlas más parecidas a las de otros juegos que les están comiendo terreno. Pero el resultado no es el esperado, porque el juego ha cambiado demasiado y ya no tiene porqué gustarle a todos los aficionados, en cambio a los jugadores ocasionales les va a seguir pareciendo un lío. Total, que puestos a empezar de cero a lo mejor a más de uno le da por cambiarse de juego.
Así que si tienes figuras de Warhammer Fantasy Battle guárdalas como un tesoro, o busca un tutorial en Youtube para sacar moldes, porque las miniaturas originales no van a volver.
Existen varias normativas no oficiales, pero está claro que hacen falta unas estandarizadas y que puedan usarse tanto con las miniaturas anteriores como con las actuales.
Si alguien conoce algunas suficientemente buenas, por favor, comenta abajo.
